¿Qué debo evitar al construir mi reputación online?

Nuevas apps para el timeline de Facebook. Fuente: Facebook.

Podemos estar más o menos de acuerdo, pero lo cierto es que rara es la persona que no está en Internet. Bien sea porque decidimos abrirnos perfiles en redes sociales, bien porque otros publican contenidos, es casi seguro que de una forma u otra hay información sobre nosotros en la web.

A todo ello hay que sumar que cada vez más responsables de selección de personal acuden a Google y las redes sociales para obtener información sobre los profesionales que podrían contratar. Así nos lo contó Victor Puig, consultor en Gestión de la Reputación y Comunicación Online, que esta semana impartió una charla sobre Relaciones Públicas en Internet en el Parque Tecnológico de Zamudio.

Victor Puig puso ejemplos reales de personas que habían criticado a sus jefes sin tener en cuenta que les habían añadido como amigos. "Normalmente, nosotros somos nuestro peor enemigo", explicó.

A menudo se nos olvida que somos los guardianes de nuestra propia intimidad. Revelamos más datos de los que somos conscientes y hablamos con demasiada libertad sin ser conscientes de que nuestros jefes o clientes podrían estar escuchando.

Otra cosa a tener en cuenta es que en Internet no existe el contexto y cualquier comentario puede malinterpretarse, especialmente en el contexto actual donde existe una crispación creciente en la sociedad. Evitar introducirse en debates polémicos, que no aportan nada a nuestro ámbito de actuación y que pueden provocar reacciones muy viscerales por parte de otros es fundamental, sobre todo si nuestro perfil está muy ligado a nuestro ejercicio profesional.

Para utilizar las redes sociales en nuestro favor, Victor Puig nos aconsejó "ser nosotros mismos" siendo equilibrados. No publicar imágenes y textos que pudieran perjudicarnos pero, al mismo tiempo, no centrarnos únicamente en nuestro trabajo, ya que eso tampoco es natural. Mostrar nuestras aficiones o que nuestros contactos interactúen con nosotros muestran rasgos positivos de nuestra personalidad, y pueden ser ese elemento diferenciador que pueda ayudarnos en un proceso de selección o a cerrar un negocio.

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